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domingo, 26 de junio de 2011

Un pensamiento y un Sueño Karla Mujica




Un pensamiento y un sueño......

Un pensamiento sincero y sencillo pero audaz , un sueño que quiero hacer realidad, limitarme por los demás eso no pasará, ni mis sentimientos pueden limitarme, yo solo quiero estar con ese alguien que no está,con ese alguien que dice no ser para mí, rozar su piel con la mía, besar sus dulces labios y amanecer entre sus brazos, que me abrace hasta no poder respirar, sentir el aroma de su piel, verlo a los ojos y decirle lo que siento, aún así me sentimiento hacia él no me va a limitar, la sola oportunidad que tengo de estar a sus lado me es suficiente, aunque es difícil resistirme pero debo hacerlo para no perder lo poco que tengo de él , hay algo en sus ojos que son la puerta que me deja dentro de su alma y lo que veo es algo tan hermoso que ni el mismo sabe que tiene ese algo es lo que me atrae hacia el y su voz es todo un éxtasis para mi, solo quiero que deje de ser un sueño y se haga realidad , bebe mi sangre si lo quieres, juega con mi corazón si lo deseas pero eso no cambiará lo que siento, ni lo hermoso que eres por dentro gustosa te dejo hacer todo no tengo miedo ya que los límites no son para mí, por ti enfrentaría a un dragón y a todo un ejército de vampiros sin importar que mi muerte sea segura en la batalla , ohhh!!! ser divino y nocturno ven hacia mí sin temor, mis brazos estarán siempre abiertos, te esperaré por las noches y en aquellas noches solitarias, donde solo en sueños te tendré......

Karla Mujica - Colombia

viernes, 24 de junio de 2011

Sacerdote en mi Templo - Graciela Bacigalupe



Sacerdote....no te di permiso de entrada
Profanaste mi cama con tus palabras.
Profanaste mi templo con tus dagas.
No debías entrar armado.
Olvidaste antes de entrar....
Dejar tus zapatos afuera ,
tus armas y tu pasado .

En cambio , llamaste a los demonios .
Esos a los que combatimos durante años.

Sacerdote ...usaste palabras.

Y hoy quieres compartir conmigo un lecho......?
Tú , el que con ira vocifero junto a mi cama ?
Era una cama usada y lo sabías?
También sabías que reestrenabamos nuestro amor.

Nunca tuve la culpa ,
que nuestros encuentros ,
siempre hayan sido a destiempo,
en los círculos eternos.

Eso reclámaselo a Cronos.
Yo no manejo el tiempo...
Y vós....
vociferaste tus entuertos....

Mi templo tiene paz ,
en el estoy refugiada .
Solo escucho mis pasos .
Esa paz ganada a costa de sacrificios extremos .
De negarme a mi misma ,
tus placeres.

Mi piel y mi alma eran tuyas.
Y en días de ira y locura...
Recordaste sucesos que yo habia olvidado...
Levantaste junto a ellos tu daga.

Como osas querer entrar de nuevo en mi lecho ?
Aún están frescas tus palabras.
No las apacigua el deseo
Siguen tus huelas en mi piel .
No puedo olvidar sacerdote .

Y no es rencor .
Es temor , es defensa .
Es amor , es protección .
Es el último vestigio del amor por mi misma .
Por la dignidad profanada por las palabras .
Levanté altos muros a mi alrededor....
Las columnas de mi recinto aún siguen en pie ,
pero el rugido de tu voz aún puede voltearlas .

Elijo esta soledad dolorosa .
Aunque no pueda olvidarte...
Porque fuiste ,
Sacerdote en mi templo.

Graciela Bacigalupe 2009

viernes, 17 de junio de 2011

Un día he de robar tus ojos - Leonor Dinamarca



Un día he de robar tus ojos

Para que descanses.
Te veo rodar y dar tumbos.
De cuerpo en cuerpo.....perdiéndote.
Un día me tragare tu corazón
Y todas tus estúpidas penas.
Para que sonrías.
Mil veces te he visto
Condenado , crucificado y dormido
En los árboles del pedagógico.
Varias veces te he deseado
mientras cantas con furia tus desidias.
Sé que presientes mis delirios
Cada vez que nos perdemos
En un par de bares arrancando
de burgueses y mentiras.
Sabes que te amo y que corro lejos,
evitando tus costillas.
A veces dices que soy mala
A veces creo que no existes.
No se si moriré en tus brazos,
No se si recordarás mis ironías.
No se querido amigo si seguirás siendo
la sangre oculta en mi poesía...
Pero el día en que yo muera
Tu nombre sera mi luz
Tus ojos serán mi guía.

Leonor Dinamarca ( Demonios de otro reino )

sábado, 11 de junio de 2011

Del Libro de Job



Pasó, pasó por su espíritu a mis ojos,
y el rostro contemplé, claro y sin velo,
de la inmortalidad ! Sueño profundo
cayó sobre mis párpados cansados,
y EL se encontraba allí , EL , impalpable,
Pero siempre divino , y en mis huesos
sentí la carne estremecerse , y luego ,
al escuchar su acento como un soplo
ligero , en mi cabeza ,
quedaron los cabellos erizados.
¿ Es el hombre más justo
que Aquel que lo creo ? ¿ Más puro acaso
que el que puede juzgar los serafines ?
"Gusanos de la tierra ! hijos del polvo ,
el polvo os sobrevive , y sin embargo
más grande os creéis, seres de un día.
En la sombra habitáis, y siempre ciegos,
no contempláis la clara luz que emana
de Mí , fuente suprema
del eterno Bien y gran Sabiduría."

Del libro de Job - Lord Byron 1788 - 1824

miércoles, 8 de junio de 2011

Un Sueño


La tormenta se había aplacado, pero todavía se notaban los últimos estremecimientos. Era muy temprano y las calles estaban desiertas. En muchos sitios había tejas, tablas arrancadas a los cercos, ramas partidas. " La noche ha debido de ser terrible en el mar" me dije al ver semejantes destrozos. Pensé en dirigirme al embarcadero, pero los pies me llevaron hacia otra parte, como si obedecieran a una irresistible atracción.

Caminé unos diez minutos y me encontré en un lugar de la ciudad que nunca había visitado. Iba sin apuro, pero también sin detenerme, con la extraña sensación, de esperar algo imposible y al mismo tiempo saber que se ha de realizar.

Empecé a buscar con los ojos.....Allí estaba : a la derecha, próxima a una esquina, la casa de mis sueño , piedra labrada a ambos lados....

Iba completamente ensimismado, sin ver ni pensar en nada, cuando un ruido acompasado, sordo y amenazador, me sacó de aquella abstracción. Levanté la cabeza : era el mar que rumoreaba y zumbaba a unos cincuenta pasos de mí.

De nuevo caminaba yo por la arena de la duna ,pero esta vez iba con mi madre. El mar se había retirado, alejandose más. Se había calmado pero aún rugía.
Por fin se divisaron la roca solitaria y los carrizos. Yo miraba con atención, tratando de discernir el bulto oscuro tendido en tierra, pero no veía nada. Nos acercamos más.
Mi madre estaba febril pero se dominaba. La desaparición del cadáver la había impresionado como una desdicha irreparable. Yo temía por su razón. Me costo gran trabajo llevarla de vuelta a casa.
Así se perdió la pista de mi....de mi padde él.
Todo se embota con el tiempo. Incluso los recuerdos de los sucesos familiares más trágicos pierden gradualmente su fuerza. Pero si entre dos personas entrañables se introduce una sensación de violencia, eso no hay nada que lo atenué.No volví a tener aquel sueño que tanto me angustiaba, pero sí me ocurrió escuchar alaridos lejanos y tristes lamentos entre sueños. Los oigo sonar en algún lugar, me desgarran el corazón y lloro con los ojos cerrados....

fragmentos de Un Sueño de Iván Turgueniev (1818 - 18883 )re.irremediablemente en la secreta nieba. Mi madre y yo no hablamos nunca.

domingo, 5 de junio de 2011

Pink Floyd-Marooned

" El Habitante Interior "





Un día lo dejo
en este cuerpo ahora quieto,
de ciega dimensión,
puro piel,
casi esqueleto
Ese ser que habita en mí,
que ocupo mi último jardín de ultratumba,
que me recorre,
que hace de mí,
otro ser profanador de nubes,
otro merodeador de más allá
de esta carne compartida.
De la gota cayendo débil,
solitaria.
De la pequeña gota de sangre constituida,
Que me roba la voz
mientras yo guardo tanto rastro,
tanto secreto,
tanta ternura oculta.
En este cuerpo ahora quieto,
cadavérico,
que aún advierte la luz
y siente los aullidos
y estas pulsaciones.


Cualquier día me voy ,
lo dejo solo.
Lo dejo abandonado en este cuerpo quieto,
triste,
para que no fatidie más,
ni me pregute,
con sus ojos de ahorcado
y esa rara expresión de loco.
Porque hasta ahí va eso.
Inexorable y fidedigno.
Sin una sola flor en el ombligo.
Le quito hasta la última nube.
Me llevo el corazón de a poco.


Un día,
por venganza
o por amor,
lo dejó con mi cuerpo solo,
y que se aguante.

Manuel Ruano 1969